¿Cómo elegir el mejor Colchón para Cuna?

Encontrar el mejor colchón para cuna es uno de los pasos más importantes que tenemos que dar para tener la habitación perfecta antes de la llegada del próximo miembro de la familia. Esta elección preocupa mucho a la familia ya que todos sabemos lo importantísimo que es contar con el colchón adecuado, especialmente en estas edades.

Los bebés pasan prácticamente todo el tiempo en la cama por lo que escoger el mejor colchón para cuna es fundamental si queremos ofrecerles un descanso óptimo. Por otro lado, los más pequeños cuentan con unas características muy especiales como que los huesos de su cabeza no están del todo formados; por eso necesitan opciones que se adapten justo a sus necesidades.

Te explicamos concretamente cómo elegir un colchón para un bebé y te damos una serie de consejos para que puedas aprovecharlos al máximo, explicándote qué tienes que tener en cuenta para la limpieza y protección de un colchón de cuna. ¡Sigue leyendo!

Cómo elegir colchón para un bebé

Cuando buscamos el mejor colchón de cuna es importante tener claro que no solo existe una opción correcta. La apuesta acertada será aquella que pueda cubrir todas las necesidades básicas del bebé y le garantice un descanso óptimo. Te contamos cuáles son las características clave que debería de tener un colchón para ser adecuado para los más pequeños:

  1. Firmeza: Ten en cuenta que los bebés se pasan más de la mitad de sus días durmiendo hasta que cumplen los dos años. Por eso, es fundamental escoger un colchón que ofrezca una base firme y distribuya el peso del bebé de una forma uniforme. Aunque, es extremadamente importante que no optemos por uno demasiado duro ya que correremos el riesgo de que los huesos de su cráneo no se desarrollen de una forma correcta por culpa de la presión.
  2. Grosor: El colchón no debe de ser excesivamente grueso porque el bebé pesa muy poco, con que se sitúe entre los 12 y 18 cm es más que suficiente.
  3. Ajustado a la cuna: Fíjate bien en las medidas y escoge uno que se acople bien al somier. Es importante que no haya mucho espacio sobrante para evitar que el bebé encaje cualquier parte de su cuerpo en el hueco. La holgura máxima debería ser como mucho la mitad del ancho de un dedo y como mínimo deberíamos de tener hueco para las sábanas.
  4. Resistencia y durabilidad: Aunque no los necesitemos usar durante muchos años sí que lo haremos durante bastante tiempo. Ten en cuenta que los bebés pasan mucho tiempo en la cama por lo que te recomendamos apostar por una opción resistente y de máxima calidad.
  5. Control de la temperatura:  Escoge un colchón que haya sido fabricado con materiales transpirables y que regule la temperatura. De esta forma evitaremos que de demasiado calor en verano y reduciremos el riesgo de muerte súbita.
  6. Materiales hipoalergénicos: Ante la duda, la mejor opción es optemos por este tipo de materiales para evitar en su piel o la aparición de asma o alergias.
  7. Desenfundable: Todos los colchones para bebés cuentan con una funda, fíjate en que esta pueda retirarse con facilidad para que se pueda lavar.

En lo que respecta a las partes y características más técnicas del colchón, tenemos que fijarnos en cuatro aspectos fundamentales:

  1. Funda: Fíjate en que los tejidos sean transpirables, hipoalergénicos y de buena calidad.
  2. Acolchado: Proporciona confort al colchón, fíjate en que no sea excesivo para garantizar que es lo suficientemente firme.
  3. Núcleo: Las opciones más firmes y duraderas son las de muelles ensacados o látex aunque también podrás encontrarlos de espuma o de muelles tradicionales.
  4. Laterales: Fíjate en si están reforzados para ofrecer una mayor resistencia y durabilidad.

Limpieza y protección de un colchón de cuna

La limpieza y protección de un colchón de cuna es un aspecto fundamental para garantizar no solo su durabilidad sino que esté libre de bacterias y otros agentes perjudiciales para los bebés. No es raro que los más pequeños tengan algún que otro accidente en la cuna. Por ejemplo, escapes de pis del pañal, algún vómito o babas; ya que no controlan todavía la salivación. Por eso, hacemos hincapié en lo importante que es escoger un colchón que sea desenfundable. Esto nos permitirá retirar muy rápidamente su funda para poder meterla en la lavadora en caso de accidente. Así, podremos mantener el colchón en condiciones óptimas y libre de bacterias y manchas.

Como dos protecciones son mejores que una, nosotros te recomendamos que además de contar con un colchón desenfundable también te hagas con un protector de colchón impermeable. Estas opciones, además de muy económicas, protegen el colchón de todo tipo de escapes y nos ayudan a mantenerlo limpio. Tan solo tienes que asegurarte de escoger una opción que sea hipoalergénica y transpirable para que no acumule un exceso de calor en la cama del pequeño, especialmente durante el verano.

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