La almohada es ese compañero de cama de inseparable, ¿podrías imaginarte dormir sin ella? Pero, como sucede a la hora de buscar pareja; no nos todo vale. A veces, simplemente no encajamos y nos toca despedirnos de nuestra vieja almohada con un “no es por ti, es por mi”. Porque, en ese caso posiblemente sí que esa falta de “química” se deba a nosotros; concretamente en nuestra postura al dormir.
No todas las almohadas son iguales y las distinciones van más allá de los diferentes tamaños, formas y materiales. Puede que entonces te preguntes qué elección es la buena. Ya te adelantamos que depende. ¿De qué? De nuestros gustos pero también de nuestras necesidades y, especialmente, de cómo durmamos. No es lo mismo hacerlo boca arriba, que de lado o de espaldas que en posición fetal. ¡Para nada! Cada una de estas posturas necesita unas condiciones diferentes para descansar mejor y dormir del tirón toda la noche.
¿Te cuesta conciliar el sueño? ¿Te levantas con dolores en las cervicales? Posiblemente te toque decirle adiós a tu vieja almohada y salir en busca de una nueva. Con este artículo te ayudamos a encontrar la adecuada recomendándote las mejores almohadas para dormir según tu postura. Te contamos cuáles son las posturas más habituales, las ventajas de las almohadas viscoelásticas y qué tipo elegir según cómo duermas.
Posturas más habituales para dormir
La postura en la que duermes es más importante de lo que parece. De hecho, muchas personas sufren dolores de espalda y cervicales precisamente después de haber dormido en una pose inadecuada.
Sin embargo, lamentamos decirte que corregir la postura en la que duermes es más complicado de lo que parece. Pero, al menos, podemos hablarte sobre las más comunes y si son buenas para ti:
Boca arriba: Es la mejor postura para dormir bien y evitar evitar problemas de espalda. Esto se debe a que la columna vertebral reposa recta y sin estar forzada y el peso del cuerpo se reparte equitativamente.
Boca abajo: Se dice que es la peor para dormir ya que obligamos a nuestro cuello a estar girado durante muchas horas en una postura poco adecuada. La zona de las cervicales está sometida a una presión y estrés continuo pudiendo generar dolores.
De lado: No es lo mejor pero sí una buena opción. En esta pose nuestra columna no sufre. Eso sí, siempre que utilices la almohada y colchón adecuados.
Posición fetal: No está recomendada porque perdemos la alineación recta que debería mantener nuestra columna vertebral.
Qué tipos de almohadas que hay según el material
Existen diferentes tipos de almohadas que ofrecen distintos niveles de comodidad y apoyo, por lo que es importante saber cuál es la más adecuada para ti.
Almohadas viscoelásticas
Son la mejor opción, ya que gracias a su efecto memoria se adaptan perfectamente a la forma del cuello y la cabeza sin importar la postura al dormir. Este tipo de almohada es ideal para personas que tienen dolor de espalda o tienen otras molestias al dormir. Además, las almohadas de espuma viscoelástica son hipoalergénicas, por lo que son excelentes opciones para quienes tienen alergia a los ácaros.
Almohadas de fibra
Son más blandas y proporcionan una superficie de descanso cómoda para la cabeza y el cuello. Gracias a sus materiales transpirables puedes mantenerte fresco durante toda la noche. Además, estas almohadas son hipoalergénicas y lavables.
Almohadas de látex
Las almohadas de látex pueden ser sintéticas, de origen natural o una mezcla de ambos. Son muy adaptables, pero también son más pesadas y calurosas que las anteriores.
Ventajas de las almohadas viscoelásticas
Si estás pensando en cambiar de almohada, en Dormideo te recomendamos escoger almohadas viscoelásticas. Son las opciones más recomendadas para todos los que busquen un descanso reparador y aliviar sus dolores de cuello y espalda. Pero, además, cuentan con una larga lista de ventajas:
- Mayor firmeza que las opciones fabricadas con otros materiales
- Adaptabilidad: Como sucede con los colchones de este material, una almohada de gelvisco se adapta mucho mejor a la forma de tu cuello y cabeza.
- Recuperan las forma: Se adaptan a ti pero recuperan su forma original tras el uso.
- Sintéticas: No tienen ningún componente de procedencia animal. Al contrario que, por ejemplo, las almohadas de plumas.
- Hipoalergénicas: La mayoría de cuentan con tratamientos especiales contra los ácaros. Por eso, son seguras para las personas que les tienen alergia.
- Duraderas: Podrás disfrutar de ellas en perfectas condiciones durante más de dos años y medio. Un periodo de tiempo muy superior en comparación con opciones elaboradas de otros materiales.
- Transpirables: Permiten una gran ventilación, una almohada viscoelástica es perfecta si eres caluroso.
Qué tipo de almohada elegir según tu postura
Para elegir la mejor almohada según la postura que tengas al dormir tendrás que fijarte en dos características: su altura y firmeza. El objetivo es encontrar una opción que ayude a tu cabeza a estar alineada con tu columna vertebral. Dicho de otra forma, la columna vertical y la dorsal tienen que mantener el mismo ángulo que tienen cuando estamos de pie en una postura normal.
Si duermes boca arriba o, incluso, si cambias bastante de postura; la mejor opción es una almohada que tenga una firmeza y altura medias. Es decir, con un grosor de unos 13 o 14 cm. Mientras que, si lo haces boca abajo; la mejor forma de que tu cabeza tenga un posición menos forzada es escoger una opción de firmeza baja y que sea muy fina. Opta por una que tenga menos de 11 cm de grosor.
En el caso de los niños, las almohadas de firmeza baja también están recomendadas independientemente de su postura al dormir. Esto se debe a su complexión más menuda.
Por último, para las personas que duermen de lado; la mejor opción es la firmeza alta y un gran grosor. Escoge opciones que tengan 13 cm o más de grosor. De esta forma se consigue el cuello y la espalda de mantengan alineados. Si fuese menos gruesa corres el riesgo de sufrir dolores de espalda y cervicales porque el cuello quedará más bajo que la espalda.
Cómo cuidar tu almohada
Para terminar, te damos algunos consejos para que tu almohada se mantenga en buen estado el mayor tiempo posible:
- Ventílala cada día
- Usa una funda de almohada
- Lava la funda cada semana con agua caliente para eliminar las bacterias
- Dale la vuelta de vez en cuando para que no se deforme
- Lava tu almohada cada 6 meses (si no es viscoelástica)
Pero recuerda que la vida útil de una almohada es efímera, así que por mucho que la cuides no podrá mantener todas sus propiedades para siempre. En general, tienes que cambiarlas cada 2-5 años.
Conclusión
Dormir bien es fundamental para que puedas llevar una vida plena y saludable. Y para ello es muy importante que elijas una almohada adecuada para evitar dolores de espalda, hombros o cuello.
Como has visto, hay muchos factores que influyen a la hora de elegir la mejor opción. Esperemos que esta guía te haya sido de ayuda para que puedas saber que tipo de almohada elegir según tus necesidades. En Dormideo tenemos una gran selección de productos para que puedas encontrar la almohada ideal al mejor precio.
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